¿Cuál es la diferencia entre estructuras de hormigón prefabricadas y prefabricadas?
Los elementos prefabricados y prefabricados de hormigón (como losas, pilares, vigas y muros) forman parte del proceso constructivo conocido como construcción modular. Una metodología constructiva realizada por etapas, basada en la estandarización de las piezas que componen el edificio, con sus módulos producidos en cadena de montaje, transportados y ensamblados para dar forma a la arquitectura.
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Las estructuras prefabricadas y prefabricadas de hormigón están cada vez más presentes en el ámbito de la construcción, aplicándose en diferentes programas y escalas a lo largo de las últimas décadas. Entre sus innumerables ventajas cabe mencionar: la reducción de la generación de residuos, reduciendo las perturbaciones en el sitio con una construcción más eficiente; rapidez en la ejecución, ya que la producción de las piezas se produce al mismo tiempo que otros trabajos en la obra; eficiencia, en el sentido de que es posible evaluar el desempeño de las piezas e identificar medidas que aumenten la capacidad estructural y económica; y, finalmente, la mejora en temas de seguridad, con un ambiente de trabajo que reduzca el riesgo de accidentes.
Sin embargo, a pesar de su creciente popularidad, las estructuras prefabricadas y prefabricadas todavía se tratan como sinónimos, que ignoran algunas diferencias básicas entre los dos procesos de construcción.
El hormigón prefabricado se produce moldeando este material en un molde a menudo reutilizable. La fabricación se realiza in situ en un espacio destinado a tal fin.
Las estructuras prefabricadas de hormigón, por su parte, cuentan con un alto rigor técnico y una calidad más detallada que evalúa cada fase del proceso de fabricación, además de pasar por catálogos como registro de fecha, tipo de hormigón y acero utilizado y firma de los responsables. Según las normas brasileñas, las estructuras prefabricadas son “elementos producidos en una planta o sitio igualmente adecuado en recursos para la producción y que cuentan con personal, organización de laboratorio y otras instalaciones permanentes para el control de calidad, debidamente inspeccionados por la inspección del propietario”.
Por tanto, la principal diferencia entre estructuras prefabricadas y prefabricadas es que una se fabrica industrialmente mientras que la otra puede producirse en lugares específicos y no requiere control, como pruebas de laboratorio. Esta diferencia se refleja en cómo se aplican las estructuras, ya que los elementos prefabricados suelen estar presentes en edificios de pequeña y mediana escala, como viviendas unifamiliares, y los elementos prefabricados se aplican en estructuras de gran escala, como fábricas, industrias y cobertizos. Sin embargo, debido al alto control de producción, los prefabricados suelen ofrecer más garantías en cuanto a seguridad, calidad y durabilidad respecto a los prefabricados. Su aplicación dependerá del tipo de proyecto y otras necesidades que se deban cubrir en términos de costos, tiempo de construcción y uso.
A modo de ejemplo, la oficina portuguesa SUMMARY diseñó recientemente un edificio para viviendas sociales utilizando elementos estructurales prefabricados ya que las premisas de la obra eran rapidez y economía. En cuanto a las estructuras prefabricadas, cabe mencionar el clásico proyecto residencial de Paulo Mendes da Rocha conocido como Casa Gerassi, que a finales de los años 80 representó una innovación en la construcción civil utilizando un sistema estigmatizado por su uso en obras públicas y populares de la época. Con los elementos prefabricados de hormigón montados en seco en la obra, el arquitecto demostró que el uso racional de los materiales puede generar soluciones que combinan practicidad y confort en un mismo ambiente, además de ahorrar tiempo y costos.
Camilla GhisleniDiogo Simões